
Su fama como superviviente del Titanic le ayudó a promover los temas por los que ella había estado luchando, los derechos de los trabajadores y las mujeres, la educación y la alfabetización de los niños y su histórica preservación. Durante la primera Guerra Mundial en Francia estuvo trabajando con el comité Americano para la Francia devastada. Reconstruyó áreas que habían quedado arrasadas y ayudó a los soldados franceses y americanos. Fue condecorada con la legión de honor francesa poco antes de su muerte. Durante los últimos años de su vida fue actriz. Murió de un tumor cerebral el 26 de octubre de 1932, a la edad de 65 años.